Max van Manen, el autor
del libro, nos define la buena pedagogía como la capacidad de comprender con
certeza entre lo que es oportuno y lo que no lo es tanto en nuestra relación y
trato con los jóvenes y niños.
El autor, nos aconseja
que tengamos una “sensibilidad” respecto al niño como educadores (profesores y
padres). Un buen profesor, tiene que saber que todos los problemas no tienen
solamente una respuesta, esa es la que busca el niño, los educadores tienen que
interiorizar el problema y conducir a este hacia las posibles respuestas para
que él después tenga su propia opinión. Los profesores se tienen que sentir
educados continuamente, porqué siempre se va a encontrar problemas nuevos a los
cuales se va a tener que enfrentar. El profesor nunca debe creer que su
aprendizaje esta completo, porque si no va a creer que el de los niños es
incompleto, y saber que los niños también le pueden enseñar cosas que él nunca
se había imaginado y pudieran sorprenderle.
Un buen profesor, le
tiene que gustar mucho su profesión y su asignatura para poder transmitir a los
niños sus sentimientos a través de lo que explica, de esta forma el resultado
podría ser que los niños se interesaran aun más por su asignatura.
El “tacto pedagógico”
es un tipo de relación pedagógica que podemos tratar de fomentar en nuestra
acción en el aula con nuestros alumnos. El tacto pedagógico podría ser
considerado como la sensibilidad pedagógica que deberían adoptar los educadores
hacia los niños. Tenemos que ser abiertos con los niños dejar que la clase
fluya observando todos los detalles y solo intervenir cuando el caso lo
requiera. Depende la circunstancia el profesor tendrá que empatizarse con el
alumno y estar capacitado para hacer que mejore su estado de animo, simplemente
con cariño y afecto, el niño puede mejorar su estado. El educador tiene que dar
ejemplo, transmitir seguridad y firmeza, y mostrar un gran agrado hacia su
materia.
El tacto y la
solicitud, son “teorías” que necesitan experiencia y cierta paciencia para
perfeccionarse hasta llegar actuar de la mejor manera posible.
Max van Manen, nos dice
que la “solicitud” es un tipo de conocimiento específico que tiene que ver
tanto con lo que somos como lo que hacemos, este conocimiento surge tanto del
corazón como de la cabeza. La solicitud pedagógica se establece en una
determinada forma de reaccionar, ver y escuchar a un o unos niños en cualquier
situación de la vida. Un profesor debe tener clarísimo que tiene que estar
pendiente de todos los alumnos, y aun más de aquellos que pasan desapercibidos
en clase, esos puede que necesiten más ayuda que uno que siempre esta llamando
la atención.
Los educadores para
lograr una buena comprensión y solicitud deben mostrar un gran interés, autenticidad, actividad y
creatividad en sus clases y en su casa.
Un ejemplo:
Hace ya varios años,
cuando cursaba quinto de primaria, un día en una clase de matemáticas el
profesor después de mucho rato de aguantar mis risas y mis cuchicheos con los compañeros,
se enfado conmigo y me hecho de clase. En ese momento sentí una solicitud en mi
interior, de todos esos niños que hablaban me hecho a mi solo, yo no entendía
el porqué de todo aquello.
Durante unos días no
quería ir a clase, mis padres no entendían porque pero me obligaban a ir. Un
día una profesora del año anterior a la
cual le tenía mucho afecto, se fijo en mí y vio que no estaba contento, ella
muy agradable vino y me preguntó que sucedía, con tacto y sensibilidad. Yo le
explique lo que me había sucedido, ella me aconsejo que tenia que estar atento
en clase y escuchar al profesor que hablar cuando el profesor hablaba era una
falta de respeto.
Desde entonces yo y
aquel profesor tuvimos una relación muy buena. El porqué de este cambio fue
debido a que la profesora también hablo con el profesor en cuestión y le hizo
recapacitar de su error precipitado, le aconsejo que a los niños se los tenía que comprender y que las
cosas no se podían hacer de cualquier manera. Si el profesor, me hubiera dicho
con tacto y sensibilidad que le estaba molestando, yo lo hubiera entendido y
hubiera parado sin tener que pasar por unos malos días de solicitud los cuales
me sentí triste y abandonado.
CONCLUSION DEL LIBRO:
Mi valoración de este libro es buena, creo que hay
detalles muy complejos sobre el tacto con el alumno que es una cosa muy
importante al dirigir una clase y la vida de cada uno de los niños. Creo que
este es un oficio que puedes aprender muchas cosas de el, que no todo es tan
fácil como explicar una materia, sino que te tiene de encantar y se tiene que
transmitir tu encanto hacia los alumnos para que ellos después aprecien y les
guste la asignatura como el que la explica.
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